Dios mío...Espíritu del Señor. Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso, descended sobre mí. Fúndeme, Señor, lléname de ti. Expulsa de mi todas las fuerzas del mal, aniquílas, destrúyelas. Expulsa de mí los maléficos, la magia negra, el ogro de las tinieblas, la luz extinguida, el americano... Por favor, destruye la infestación diabólica; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica... destruye al monstruo, a la creatura... Quema a este mal en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ningun ser. Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intermedio de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno. El chupa-chupacabras no puede triunfar, el monstruo, la abominación... debe morir... Encadenado por San Miguel arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, aplastado bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada, aleja la aberración genetíca, al ogro de las Americas... Amén.

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